jueves, 18 de diciembre de 2008

LAS PRIMERAS VICTIMAS DE LA CRISIS EN EL PERU


Mientras García fanfarroneaba frente a la crisis el mundo entero y algunos empresarios peruanos ya sentían la pegada desde hace meses atrás y a pesar de las advertencias, el irresponsable presidente que tenemos, sostenía que andábamos blindados.
El dueño de la textilera Diseño y Color por citar un ejemplo desde hace meses venia advirtiendo acerca de cómo nos afectaría la crisis y en una entrevista de varios meses atrás rebotada en un blog colombiano se podía leer esto:
La producción de prendas de vestir (orientada a la exportación) cayó por tercer mes consecutivo en julio. ¿La crisis de EE.UU. ya empezó a golpear nuestros envíos a ese mercado?
En parte sí. La vida de nuestro gran comprador cautivo ha empezado a cambiar, pues además de los efectos inflacionarios y el alza del petróleo, también ha sentido el impacto de la crisis hipotecaria. Eso los ha llevado a modificar sus hábitos de consumo. Así, si antes compraba cinco camisas al mes, hoy compra una o en el mejor de los casos dos.
¿Ese cambio de hábitos en el consumidor se ha reflejado en una disminución de las órdenes de compra?
Más que en las órdenes de compra, las consecuencias de esta crisis se han reflejado en el precio. EE.UU. perdió el sitio privilegiado que tenía como potencia mundial y hoy los chinos, su principal abastecedor, ya no pueden colocar allí el íntegro de su producción. Se estima que 30% de las fábricas han cerrado en el último año porque no tienen quién les compre. Ante tal situación, no les ha quedado otro camino que reducir sus precios.

¿Y esta situación cómo nos afecta? Por su calidad, las prendas peruanas están entre las dos mejor pagadas en el mercado internacional...
No necesariamente. El precio de las confecciones también se fija internacionalmente. Y si China baja su precio a la mitad, por ejemplo, lo reduce de US$5 a US$2, nuestros compradores norteamericanos vendrán o, mejor dicho, vienen, como ha sucedido, y nos exigen lo mismo. Si aceptas, dejas de ser rentable, así que muchos prefieren dejar de producir a reducir más sus precios.

¿Eso explica las fuertes caídas (de hasta 28%) en la producción de prendas?
Sí, nadie puede bajarse tanto. Y aquellos que lo están haciendo, estoy seguro de que están en pérdida.
Ese fue su caso?
Sí. El mercado estadounidense se está secando y nuestros clientes presionaban para conseguir cada vez menores precios. Así que dejé de venderles, no podía producir para no ganar nada.

¿Y cómo afrontaron esta crisis? De ser los primeros exportadores pasaron al décimo quinto lugar.
Fue una decisión muy difícil que tuve que tomar, pero no me quedó otro camino que cerrar mi fábrica. Era necesario pasar por un proceso de reingeniería operativa, de lo contrario iba a quebrar.
¿Ese proceso qué implicó y cuánto duró?
Seis meses. Recién hace quince días hemos vuelto a abrir. Ahora, en vez de 10 millones de prendas, producimos un millón al mes. Prefiero tener distintos y nuevos clientes (estadounidenses) y venderles producciones pequeñas, pero a precios más rentables. Y es que en una producción masiva el precio de prenda puede cotizarse a US$4, mientras una de producción pequeña puede colocarse en US$8.

¿De cuántos trabajadores tuvieron que prescindir?
En nuestras mejores épocas trabajábamos con 6.000 y ahora tenemos 500. Lo que hicimos fue no renovarles el contrato.
¿Lo más difícil para el sector ya pasó?
Este ha sido un año duro, pero el 2009 será mortal. El próximo año todos sentirán el golpe y es que nadie, salvo nosotros, ha afrontado un proceso de reingeniería operativa.

¿El sector está en crisis?
En este momento el rubro textil es un sector de alto riesgo para los bancos. Todos están cayendo o en rojo, con eso le contesto su pregunta.

¿No cree que fue un error concentrarse en EE.UU.?
No lo creo, apostar por EE.UU. fue una decisión correcta, nadie pagaba más por prenda, ni siquiera los europeos.

¿Qué lecciones saca de esta situación? ¿Pudo prevenirse?
Las lecciones son producto de los errores y yo creo que no hice mal al apostar por EE.UU. pues mientras hubo pesca, pesqué y a rabiar. Si pudo prevenirse, no lo creo, esta es una crisis, una coyuntura que nadie esperaba y que como muchas otras está cambiando el mercado. Solo nos queda adaptarnos.
Leer entrevista completa..

Hoy desde luego las preocupaciones continúan y en la edición de La Primera da cuenta de esto:

La ejecución inmediata del plan anticrisis fue el pedido en común que realizó la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y la consultora Proexpansión con la finalidad de atenuar los efectos de la crisis financiera en el país. Advirtieron que si el gobierno no actúa de inmediato los despidos masivos continuarían y los más de tres millones de micro y pequeñas empresas (MYPES) corren el riesgo de desaparecer, aumentando con ello la tasa de desempleo.
La República
también anota al respecto:
Frente a las posibles medidas para rebajar el sueldo y la jornada laboral a fin de enfrentar la crisis financiera, el jefe del Gabinete Ministerial, Yehude Simon, informó que sostendrá mañana una reunión de trabajo con los empresarios.
¿Se puede acabar la crisis por decreto o a pedido del primer ministro?
Lo de reducir las horas de trabajo después de todo no me parece mal idea (aunque desde luego no nos gusta) pero entre despedir y reducir la horas de trabajo ¿acaso no es lo mejor?.
¿Sabe a que se enfrenta el ejecutivo?
Nota: Lo que también revela la entrevista es como los que mas tienen podrán y tendrán la capacidad de reaccionar en situaciones de crisis como estas pero los mas pobres a manos de un estado incompetente ¿como lo harán?

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