miércoles, 16 de julio de 2008

DIFUNDEN LISTA DE BANCOS NORTEAMERICANOS QUE SERIAN LOS PROXIMOS EN TENER PROBLEMAS



EL diario El economista de España informa acerca de la supuesta lista elaborada por la Corporación Federal de Depósitos y Seguros, (FDIC) en la que se indica los próximos bancos norteamericanos que podrían tener problemas similares al del IndyMac.
EL diario informa:
Para elaborar esta lista se ha empleado el conocido como "Ratio Texas", que compara los activos y reservas de los bancos con aquellos préstamos concedidos por los mismos. Aquellas entidades cuyo ratio sobrepase los 100 serán mucho más proclives a experimentar descalabros como ya pasó durante los años 80 a varias entidades de préstamos y ahorro del estado de Texas.
Asimismo, el mismo medio español en son de burla se pregunta en otro artículo ¿Pero no había quedado atrás lo peor de esta crisis financiera?
Y es que el diario hace referencia a las diversas expresiones generadas por algunos especialistas, en la materia, que sostenían que la crisis ya no repercutiría tanto gracias a la intervención del estado en algunos países.
"Lo peor de la crisis ha pasado". Éste fue el mantra que se propagó por los mercados financieros a partir de la segunda mitad de marzo. En concreto, desde que la Reserva Federal (Fed) diseñó el rescate del banco Bear Stearns. Esta maniobra, urdida de urgencia durante el fin de semana del 15 y 16 de marzo, fue interpretada como la expresión de que las autoridades norteamericanas iban a hacer todo lo posible para evitar que su sistema financiero se resquebrajara. En adelante, por tanto, el terreno quedaría despejado.
Mas adelante en el mismo medio se puede leer:
Lo que en su momento estalló bajo la denominación de crisis de las hipotecas basura o subprime no era, ni mucho menos, un episodio sectorial ni local. No. Aquello no fue sino el síntoma más evidente de los excesos cometidos en Estados Unidos y en otros muchos rincones del globo entre 2003 y 2007.
Los bajos tipos de interés que estuvieron vigentes en las principales economías del mundo penalizaron el ahorro -los intereses de los productos más seguros no daban ni para batir la inflación- y alimentaron el endeudamiento de las familias y las empresas.
Todo ello no se llevó hasta el extremo, sino que se superó. Las empresas y las familias se endeudaron más de lo debido y las entidades de crédito rebajaron los requisitos en la concesión de hipotecas y créditos y titulizaron activos arriesgados como si fueran los más seguros del mundo. Hasta que el sistema reventó, y ahora toca pagarlo. Sobre todo, porque su impacto afectó de lleno al corazón, es decir, el sector residencial y el sistema financiero.
Y esta espiral no se detendrá mientras el precio de las casas baje, ya que esto agravará las tensiones de los bancos y las sociedades hipotecarias. "A estas alturas parece evidente que más de una entidad en problemas no va a poder superar la actual crisis", señala Juan José Fernández-Figares. No, lo peor de la crisis parece que no ha pasado. Diga quien lo diga.

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