jueves, 19 de junio de 2008

EL NARCOTRAFICO SE EXTIENDE


El diario Perú 21 hoy se puede leer dos noticias que van de la mano.
La primera es que “pese a los esfuerzos del Gobierno (según Perú 21), el narcotráfico avanza en nuestro país. El volumen de la producción de clorhidrato de cocaína pasó de 280 a 290 toneladas el último año, según el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en el Perú 2007, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”.
Y la segunda es que “ La Oficina de Naciones Unidas contra el delito y el crimen (UNODC) reportó un crecimiento de 4,5% en los cultivos de hoja de coca en Perú en 2007, según un informe entregado este miércoles en Lima y en el que destaca que ese país ha resistido las enormes presiones del narcotráfico”.
Pero que pasaría si fuéramos políticamente incorrectos y legalizáramos la droga tal como lo sostenía Milton Friedman.
Antes de fallecer el premio Nobel de economía había sostenido más de una vez que era un abuso que EE.UU. obligara a países como Ecuador, Bolivia y el Perú combatir al narcotráfico destinando presupuesto de sus bolsillos en una guerra que finalmente ya estaba perdida debido al gran capital que movía el narcotráfico.
En un discurso que dat de 1993 Firiedman afirmo: “Estamos aquí, reunidos por la tecnología, para hablar de drogas, de la prohibición de drogas. Soy economista de profesión, pero las razones que me llevan a inclinarme en favor de la legalización no son, de ninguna manera, económicas. La prohibición de las drogas es un proceso costoso en términos económicos, pero para un país rico ese es un problema secundario. La razón principal por la cual me opongo a la prohibición de las drogas es de orden moral. Pienso que prohibir su uso es una actitud altamente inmoral de parte de un Estado. Y con Colombia se ha producido una inmensa inmoralidad. Estados Unidos está imponiéndole un enorme costo a Colombia, Perù y otros países, asesinando literalmente a miles y miles de personas, y todo eso sólo porque no podemos fortalecer nuestras propias leyes. Por esa razón acabamos con miles de vidas, y ponemos a esos países en una situación en la cual no pueden mantener verdaderas democracias. Cómo puede alguien justificarlo? Le he hecho esa pregunta a mucha gente, y hasta a hora no he encontrado la primera respuesta satisfactoria”. Más adelante en esa misma ponencia advertiria que “Como si fuera poco, la prohibición aumenta increíblemente las ganancias del negocio. Eso lleva a la violencia en las calles por el control de la distribución, desencadena la corrupción de la administración pública cuando los traficantes tratan de comprar a los funcionarios, e igualmente lleva a una corrupción cubierta de legalidad, que se produce cuando la DEA allana y decomisa las propriedades sin pasar por los trámites judiciales de rigor. En fin, no podemos sino concluir que los efectos de la prohibición de las drogas son muchísimo más graves que los del consumo en sí. Por eso sostengo que la mayoría de los daños que la gente asocia con las drogas no se derivan de estas, sino de la prohibición que sobre ellas pesa. Por tratar de evitar que se consuman ciertas sustancias, por la llamada guerra contra las drogas, hemos llegado a escenarios mucho peores que los que se producirían si las personas pudreran consumir libremente”.
Leer texto completo de Friedman...

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