EL diario chileno El Financiero el día de ayer publicó un comentario de su columnista Axel Kaiser, titulado ¿serán capaces? en el que hace referencia a los últimos acontecimientos en Chile pero que cuyas reflexiones también pueden reflejarse en nuestra realidad.
EL artículo en mención empieza así:
Si hay un buen ejemplo de perdedores en el mundo, ese sin duda somos los latinoamericanos. Y no porque otros nos hayan ganado, sino porque teniendo todo para ser exitosos, con nuestra flojera, indecencia y tontera hemos logrado lo aparentemente imposible: que la riqueza genere pobreza.
Tomemos a Argentina, por ejemplo. ¿Acaso hay algo que les falte para ser una superpotencia? ¿y qué me dice de nosotros, los chilenitos agrandados que nos las dimos de jaguares, de ingleses y de suizos? ¿realmente carecemos de lo necesario para salir adelante? La verdad no, pero sin duda por este camino vamos derechito -o mejor dicho izquierdito- a convertirnos en otro caso de desarrollo frustrado.
Pero cuidado, porque lo que está en juego es algo bastante más de fondo que entrar o no al club de los ricos. Aquí, estimado lector, lo que se está poniendo a prueba es la capacidad de nuestra clase política para sacar el país adelante. Ella tiene que demostrar que los políticos efectivamente se la pueden, que están a la altura y que, en consecuencia, la democracia efectivamente permite mejorar las condiciones de vida de las masas. Si no lo logran van a probar todo lo contrario, es decir, que la clase política no es capaz de sacar al país adelante y que la democracia, a fin de cuentas, no beneficia necesariamente a la mayoría.
¿Por qué cree usted que en América Latina abundan las salidas autoritarias de corte populista? Bueno precisamente porque las clases dirigentes no han logrado mejorar sustancialmente y de modo sostenido la calidad de vida de las mayorías. Y es que el desarrollo económico resulta fundamental para legitimar la democracia como sistema.
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miércoles, 25 de junio de 2008
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